Un museo no se termina con su visita, sino que los objetos y, especialmente, los carteles ilustrativos abocan al visitante al estudio de la medida tradicional. El S.M. D. sacó la medida de su pragmatismo para entregarla a la convención en que se apoya el mundo científico. Pero hay muchos restos de la medida antigua como ese corcho que se pesa por quintales de 4 arrobas, esa cosecha de aceituna que se estipula en cántaras de aceite, esa onza de simiente de seda que es una curiosa unidad para el estudio de la sericultura o la altura de ese muchacho que crece cada mes una cuarta. Gastronomía Si Herreruela puede ofrecer al visitante cultura metrológica tradicional, de igual manera, tras la visita al museo, siempre cabe la posibilidad de concertar una cita para “catar” esa cuña de queso de oveja de nuestro “campo Arañuelo toledano” y esa fina loncha de jamón ibérico proveniente de los lechones, que por libras- pesetas se siguen comprando en la lonja de Zafra. Concierte una cita metrológica acompañada con queso (y jamón), un patrimonio inmaterial en esta España vaciada que queremos llenar.
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